Catálogo de variedades y calamidades

roja locura

arrastro un coche de ruedas amarradas
con rastro de saliva
en las baldosas que no pisa nadie

se diría que afilo la ventana
con las manos
en una oración pegajosa y relamida

tengo las manos llenas de locura
roja locura
chorreándome hasta las fosas nasales

desde mis astutos colmillos sudados
se emiten radiaciones
mis deseos más ocultos en trámite perdido

arrastro un coche de bomberos
ardiendo en un camastro
y me callo los nombres difuntos

y me persigue una iglesia abandonada
que crucifica panes
y abre el alba los domingos


al sur de todas las cosas

oculta la impaciencia
la soledad de las grietas
atrapadas en las rodillas
y en la inocencia perversa

puede que mañana
los males sean plausibles
o los motivos caducos
en las razones ásperas

me lavo las promesas
en una balsa de posibilidades
que aquí saben diferente
al sur de todas las cosas


incertidumbre

me deslizo
desatornillado
como un átomo enloquecido
que despista el hambre de las cerezas
y consiente el vocerío de las esperas
atragantándose en su locura
desatendido
fútil

la incertidumbre me asesina paciente
colgándose de mi cuello, suave
vaporizando los sentidos
crónica
atrayente
me respira en los tobillos
calumnia sobre el pie de página
en una lenta muerte de vuelta al ruedo