El autómata

La recatada señora de Pérez, asidua lectora de la Argonáutica de Apolonio de Tiana, nunca dejó de impresionarse ante la figura del autómata Talos, gigante de bronce, fabricado por Vulcano, que defendía la isla de Creta. Desvanecida en un arreblo, suspiraba imaginándoselo todo, tan grande.

Así que, cuando su marido murió, mandó construir un autómata de tamaño natural, emulando al mitológico griego, y dormía con él. No en todas partes respetó las proporciones.

* Doctor en Psicología, ha publicado La conciencia de la bestia (finalista del Premio Planeta de Novela de 1997), La vara del mago, Historias de amor, dolor y sexrroll, El amante perfecto y otros cuentos por inferencia, y es coautor de los volúmenes de cuentos, Así escribo mi ciudad, 32 maneras de escribir un viaje y 101 coños, Ilustraciones y breves y del ensayo Malditos. La biblioteca olvidada. Blog.