Hay poemas
que veo salir de mi boca
con la misma precisión
con que entraron en mi mente.
Hay poemas, sin embargo,
que se van fraguando
poco a poco
mientras los escribo.
Hay otros que nacen
y mueren
en un mismo instante.
Algunos que perduran
y me sorprendo recitando
en la ducha, y otros
que ni siquiera reconozco
como míos.
Hay tantos tipos de poemas
como diferentes son
los días que los vivo.
* Amante de la literatura y las letras, actualmente vive en Salamanca donde compagina sus estudios con la escritura. Es autora del Laberinto Delirante. Ocasionalmente también colabora con varias revistas literarias. Cuenta con varias publicaciones, tanto poéticas como narrativas.