La felicidad y sumergirte.
Nadar
y sumergirte.
Navegar
en un velero sin horizonte.
La felicidad
Y bañarte en una playa de olas encrespadas.
La felicidad
y buscar en aguas cristalinas,
abrir los ojos entre peces y luz.
La felicidad
y el frescor de una tormenta de verano
en una tarde de vacaciones.
La felicidad y la certeza
de que no somos animales acuáticos,
la certeza de que estamos condenados a ahogarnos,
a ser arrastrados,
a hundirnos,
a no superar el reto
del agua desbordada.
* Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Alcalá. Se encuentra enfrascada en la preparación de su tesis doctoral sobre teatro durante el franquismo. Sometida a la disciplina académica es probable que nunca termine un poemario titulado Desaires metropolitanos. De momento, participa en la Red de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, y a veces, hasta alguien escucha lo que escribe. También, ha publicado algunos poemas en revistas como Salamandria, Quebrados, LA MÁS BELLA, Espejos y Espejismos, la revista Chichimeca y Bar Sobia. Junto a Eva Díaz-Ceso y Óscar Santos codirigió la revista de creación artística y literaria Dulce ARSÉNICO.