Se alarga la noche

SE alarga la noche noche en horas ajenas al reloj,

todo se convierte en película en blanco y negro de serie b,

de sangre sin color,

de navaja de Buñuel.

Todos laberinto sin hilo de Ariana,

camino desbastado de vida,

yerma realidad

de falsedades conectadas

en un todo de nada.

Fanfarrias aterciopeladas de bambalinas,

de neones fuera de lugar;

escenarios de cartón piedra

sin telón.


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“Yo, que he perdido en la vida como en la muerte,

Que he besado los pies del desatino

Y me he bañado en mares oscuros de mentiras,

Fracasado y solo,

Aún estoy aquí.”

Lucía Fraga

Yo que he perdido hasta la noche

agotando las baterías de las luciérnagas.

Yo que soy más de nada que de mí,

que tránsito entre los fantasmas

de los sueños que nunca quise,

de las calles que ya no existen.

Yo que ya no sé lo que es

una sonrisa a tiempo

en el vertedero del asfalto;

que ando con pasos desatinados

de psiquiátrico en ciernes;

que miro por encima de las luces

con la vista perdida

viendo mar donde solo hay farolas.

Yo que perdí el alma hace tiempo

sin poder recuperarlo;

que vivo la amargura

del alcohol destilado de las venas,

la coca esnifada de sueños

que nunca fueron.

Yo que no soy más que una sombra,

estoy también aquí.


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MI padre tiene 84 años.

De joven estuvo en la guerra civil

haciendo paquetes para el racionamiento,

en el bando republicano.

Cuando los golpistas ganaron

le detuvieron junto a las 13 rosas y todos los demás,

era el más joven,

14 años,

14 años cuando le hicieron un simulacro de fusilamiento.

Le conseguía papel de plata a Marcos Ana

para que hiciera “submarinos” con sus poesías.

Conoció a Miguel Hernández,

fue amigo hasta la muerte de Buero Vallejo.

Con la tercera restauración borbónica,

le ofrecieron un cargo en el partido,

pero no quiso saborear las mieles de la gloria

ni la erótica del poder;

prefirió continuar junto a su gente

en su Tetuán de las Victorias.

Dejó de ser vocal en el ayuntamiento,

le montaron un homenaje en el que casi se duerme,

con placa honorífica

que guardo en un cajón,

entre la ropa que no se pone.

Fue a Carabanchel para evitar que la derribaran

y volvió con una arritmia

cuando vio a los usurpadores

haciéndose fotos bajo las pancartas.

Le vi maldecir

al ver las imágenes del derribo,

ver caer los ladrillos que había colocado

junto a otros presos políticos.

Mi padre, a sus 84 años

un día nos dará un susto

para irse hacia el universo.

Y cuando eso suceda,

lo que reivindicará no será

el simulacro de su fusilamiento,

la condena a muerte,

su lesión coronaria

por las palizas en la DGS,

su detención después del asesinato de Grimau

o en un 1 de Mayo

en que lo detuvieron en mi presencia,

los registros en su casa,

los años de sacrificio y lucha en su barrio…

No,

lo único que reivindicará

será la III República,

esa República

que yo tampoco veré

pero que recojo como testigo

para entregárselo a mi hijo

y a los hijos de mi hijo.


* Estudios básicos. De profesión: delineante industrial. Poeta autodidacta de fuerte raíz hernandiana. Formó parte del nucleo de poetas canarios que darían origen al movimiento de La Joven Poesía Canaria, al igual que plataforma Círculo de Tinta, al Colectivo “Helicón” y a la asociación La Vida Rima, entre otros. Fundador y coordinador de la plataforma Cultura Indigente. Ha sido actor y director de grupos teatrales de barrio (Tetuán-Madrid-Aranjuez) y ha ejercido de columnista en diferentes revistas (Cuadernos de Jazz, Mundo Verde, Eclipse). Realizador y presentador de radio alternativa, recitales y eventos (conciertos de música y concursos de literatura popular y musicales). Ha publicado en Ajoblanco (1975- Barcelona), Eclipse (San Sebastián de los Reyes, Madrid), Es hora de embriagarse…de poesía (Madrid); Atemporia (México); Voces del extremo (Moguer); La hamaca de lona (Málaga) así como en antologías españolas y extranjeras y en direfentes webs como Las afinidades electivas o Youkali. Ha publicado Vivir provisional y Apuntes Urbanos.