Una discusión


El bar está casi vacío. Una pareja de unos cincuenta años comparte una botella de vino en una mesa junto a la ventana. En la barra, un hombre apura su tercer vaso de whisky. El barman seca unos vasos con un trapo. El hombre de la barra dice que va a aclararle las cuentas a alguien.

— Le daré una buena patada en el estómago, así aprenderá que nadie puede hablarme como él lo ha hecho. Nadie. No, señor.

El barman le dice que la violencia no arregla las cosas. Se lo dice con tono conciliador. El barman es un hombre grueso y en su rostro uno puede darse cuenta que está acostumbrado a tratar gente con problemas.

— La violencia sólo genera violencia. No soluciona nada. Nunca.

El hombre de la barra le mira. Da un golpe seco con el vaso y acusa al barman de decir eso porque le da miedo que le rompan la cara.

— Se nota que no sabes pelear.
— Todo se arregla más fácilmente hablando.
— Tú ni sabes hablar ni sabes pelear. Sigue fregando cacharros y cierra la boca.

El barman deja lo que está haciendo y sale de detrás de la barra. Le dice al cliente que no le consiente que le hable en ese tono, ante lo cual el cliente lo insulta. El barman aprieta los puños y levanta la voz, advirtiendo otra vez que no le gusta que le hablen en ese tono. El cliente se pone en pie, tira al suelo el taburete sobre el que estaba sentado y se encara con el barman. En un momento dado, se abalanza sobre él y lo empuja. El barman le devuelve el empujón. Todo se precipita de pronto. El cliente saca una navaja e intenta clavársela al barman quien, por su parte, salta hacia atrás esquivando el golpe. La pareja que estaba bebiendo vino se levanta y huye a la calle. El barman corre detrás de la barra y reaparece empuñando una escopeta y, sin pensarlo, le pega dos tiros al cliente. Le alcanza en el cuello y en el pecho. El hombre cae hacia atrás y la sangre comienza a correr por el suelo.

En ese momento, el barman se da cuenta de lo absurdo que resulta lo que acaba de ocurrir. Queda paralizado un momento y, de repente, se echa a reír.

Es así como lo encuentra la policía.